El New Deal como una política del Estado intervencionista en la economía.
El
New Deal como una política del Estado intervencionista en la economía.
Por Juan Solano
En la historia de Estados Unidos de
Norteamérica un suceso tuvo una magnitud sin precedentes, y este fue la llamada
“Gran Depresión de 1929”, que justamente fue una gran depresión económica que
afectó a esta nación y prácticamente a todas las naciones en las que tenía
influencia EE.UU. en ese momento. Hasta 1929, el Estado, tal y como mandan los
cánones del liberalismo clásico imperante, practicaba una política económica
dirigida únicamente a garantizar el laissez faire.
Tomado de la definición de “El
Economista”, una depresión tiene la siguiente definición: Se llama depresión económica a la fase
subsiguiente a la crisis y que según la mayoría de las teorías económicas, es
consecuencia de una caída de la demanda y se manifiesta con una disminución de
la inversión y de los salarios, lo cual reduce la capacidad adquisitiva y, por
tanto, el nivel de consumo. [1]
Del
mismo sitio, y de otras tendencias económicas como la escuela austriaca o el
propio marxismo, se explica un fenómeno de este tipo desde ser una debilidad
del capitalismo o ser por el contrario una cuestión de la intervención
prolongada del Estado. Esto no es motivo de este texto, sin embargo, lo que sí
es visible con base en los hechos, es que esta gran crisis tuvo como
consecuencias una gran ola de desempleo, retiro de inversiones, perdida de
materias primas, decreciente importación (esto último afectó también a muchos
países que su principal socio consumidor era EE.UU.), entre otras.
Contexto.
La
historiografía ha llamado a la década posterior a la Primera Guerra Mundial
(194-1918), los “Locos Años 20”, es decir, la década de 1920. El mundo venía
saliendo de dicha guerra, y venía un periodo de relativa paz en occidente. Este
periodo fue sinónimo de prosperidad económica que tuvo Estados Unidos, como
parte del periodo expansivo de un ciclo económico. Esta prosperidad benefició
a toda la sociedad e hizo que la economía siguiera creciendo a un ritmo que no
se había registrado antes. Entre otras cosas, sus características fueron que se
basó en una profunda transformación productiva dominada por la innovación
técnica que desde el siglo XIX venía creciendo (de esta forma se disminuían
costes y se aumentaba la producción, obteniendo más beneficios); se popularizó
el uso del teléfono, el automóvil y los electrodomésticos; estos aparatos y otro tipo de servicios como préstamos
financieros eran demasiado caros, fue entonces cuando se aplicó la venta a
plazos; relacionado a esto último cada
vez más la población se volvió más consumista y empezó a comprar más de lo que
realmente tenia de ingresos, ello a través de la especulación.[2] Pero mientras duró la
sociedad norteamericana vivió en eso conocido como La american way of
life es el «sueño americano».[3]
Crisis del 29
El inicio de esta crisis se la da al día jueves 24 de octubre
de 1929, conocido como el Crash of the US stock market, o “Jueves Negro”. Uno
de sus principales orígenes era que había una burbuja especulativa y por lo
tanto se había excedido la cantidad de optimismo respecto al futuro, que se
traducía en una ascendente política de créditos a los negocios e individuos.
Este periodo de optimismo y de una gran liquidez, entonces hizo que los bancos
prestasen a los corredores que compraban acciones pagando solo una seña, y las
vendían con ganancias al día siguiente. Es esta la burbuja especulativa. La
Reserva Federal subió la tasa tratando de frenar la especulación. Frente a la
subida, los bancos reclamaron la devolución de préstamos, pero los corredores,
por su parte, salieron a vender las acciones que tenían señadas, por lo que
cuando todos venden los precios se desploman y la fuga de esos capitales se
acentúa. [4]
Además, como se comentó atrás, una gran sobre producción generador de
consumismo, y que incluso lo rebasaba. Incluso, se podría decir que los
agricultores representaron primero esta cris, por ser los más golpeados o al
menos los primeros visibles, por la caída de la demanda y su repercusión en los
precios y que no pudieron atender al pago de los préstamos contraídos.
La presidencia de Franklin Delano Roosevelt
Cuando esta crisis comenzó quien ocupaba el cargo de
presidente de EE.UU. era el republicano, Herbert Hoover;[5] trataré de poner algunas soluciones que dio
para este problema. Las medidas que fue implantando fueron elevar los aranceles
al comercio exterior para beneficiar los productos nacionales; potenciar las
exportaciones; buscar el compromiso de los empresarios de mantener los salarios
y evitar despidos (pues hasta se le comparaba al gran índice de despidos con un
virus, como algo que se propaga rápidamente); intentar mantener el precio de
los productos agrícolas mediante la creación de la Junta Agrícola Federal. [6]
Con base a Maldwyn, [7]
propone que para este presidente y su partido, la respuesta a la depresión no
se solucionaba con la intervención estatal, sino favoreciendo un individualismo
fuerte y apelando a la colaboración voluntaria de la industria y las
comunidades locales. Es decir, que era contrario a lo que Roosevelt echaría a
andar más adelante.
En 1932, hubo elecciones presidenciales y Roosevelt
consiguió ganar 42 de los 48 Estados, así como una amplia mayoría demócrata en
ambas Cámaras del Congreso. Esto en parte es explica por la crisis económica
que de alguna manera veía en Hoover, un político ineficaz. Es importante un
suceso del triunfo de Roosevelt, y que da pie a este trabajo, y fue que el 2 de
julio de 1932, durante la convención demócrata de Chicago, cuando Roosevelt fue
designado candidato a la presidencia, se vuelve especialmente significativo y
es que el título de su discurso fue “A New Deal” (traducido como el Nuevo
Trato).
Para Eric Hobsbawm, en medio de la
crisis comenzaba en 1929, comparando los gobiernos que en esos momentos se
estaban gestando en todo el mundo, propone que solo había 3 opciones que podía
seguir el siguiente presidente para combatir esta crisis: estas alternativas de
gobierno las justificaba como parte del escenario mundial, el fascismo, el
comunismo marxista o el capitalismo democrático-reformador,[8] muy a lo propuesto por
Keynes. Y es precisamente a esta última opción que se impulsó desde el gobierno
de Roosevelt.
Con base al autor Alan Birkley, ya
citado en este trabajo, la personalidad de Roosevelt era muy carismática y tuvo
una gran manera de poder conectar su discurso con la gran mayoría de la
población estadounidense. Agregado a ello, supo instaurar un vínculo directo
con el pueblo por las numerosas conferencias de prensa que tuvo, pero también
por la utilización de la radio en sus célebres «Charlas junto a la chimenea» y
sus numerosos desplazamientos.
El 4 de marzo de 1933 Roosevelt juró
su cargo como presidente de los Estados Unidos. Y se cita un fragmento de su
discurso al tomar la presidencia:
¨La recuperación no solo
reclama cambios en la ética. Este país exige acción, y una acción inmediata.
Nuestro mayor y primordial empeño es el de poner a la gente a trabajar. No es
un problema insoluble si nos enfrentamos a él con juicio y arrojo. Como
política personal práctica, soy partidario de solucionar primero los problemas
más acuciantes. No escatimaré esfuerzos en recomponer el mercado mundial
mediante un reajuste económico internacional. No obstante, la situación de
emergencia nacional no puede esperar a que esto se vea cumplido”. [9]
En este histórico discurso también se
comprometió a poner en marcha medidas prácticas y rápidas para hacer frente a
la crisis. Así, la recuperación de la confianza sobre todo, en la población que
lo avalaba en su sentir de personalidad y carisma, no tardaría mucho en dar sus
primeras señales.
El New Deal
En los primeros 100 días de gobierno, el proceso se le
llamó el primer New Deal, (que comprende del 9 de marzo al 16 de junio de
1933). Esta propuso algunas medidas, entre las más relevantes como:
·
La Agricultural Adjustment Act (Ley de
Adaptación Agrícola) pretendió evitar la caída de precios y la sobreproducción,
retirando productos del mercado, frenando la erosión de los campos, eliminando
los cultivos en tierras escasamente productivas, todo ello para mantener un
control de lo que se producía.
·
La Federal Emergency Relief Act (Ley sobre
el Subsidio Federal de Emergencia), que proponía invertir para incentivar el
trabajo, por ejemplo, a los desempleados se les ofrecía trabajo en la
construcción y reparación de la infraestructura estatal, como carreteras,
adecuación y mejora de colegios, jardines, juzgados u otros edificios públicos.
·
The Home Owners Loan Act (, Ley Préstamo
para los Propietarios de Casas) pretendió impulsar el sector de la construcción
y ayudar a aquellas personasque perdieron sus casas debido a que estaban
hipotecadas y prácticamente quedaron en las calles. En 1932 más de 250.000
personas perdieron sus casas, y durante la primera mitad de 1933, más de 1.000
personas, cada mes, perdían el derecho a redimir sus hipotecas. [10]
El llamado
Segundo New Deal, se desarrolló sobre todo en 1935. Y este también contó con
numerosas políticas que de alguna manera dieron continuación al estado de
bienestar que buscaba consolidarse en EE.UU.
·
Social Security Act (SSA, Ley de Seguridad
Social) contemplaba un sistema de pensiones contributivas que al principio solo
cubría la vejez y más adelante también la invalidez y supervivencia. Esto en el
contexto de las personas que tenían una mayor deficiencia de incorporarse el
mercado.
·
Wealth Tax Act o Revenue Act (Ley sobre el
impuesto sobre la riqueza) incrementó los impuestos a particulares y empresas
con ingresos y beneficios superiores a 50.000 dólares respectivamente, pero
esta ley no incrementó sustancialmente los fondos federales ni tampoco
contribuyó a un reparto significativo de la riqueza.
Según el historiador Foster Rhea
Dulles (citado por Arrollo) este proceso por primera vez en el gobierno
nacional en Estados Unidos iba a hacer del bienestar de los trabajadores
industriales una preocupación directa del gobierno y actuar bajo el principio
de que sólo los obreros sindicados podían tratar en los mismos términos con el
capital organizado. [11] Es decir, de alguna
manera se retomaron algunas políticas que buscaban este bienestar social en la
población. Esto es importante, pues fue antes de que Keynes publicara su gran
libro de la Teoría general del empleo, el interés y el dinero en 1936, que tuvo
un impacto muy importante en el pensamiento histórico económico. Incluso el autor Alfred Bosch, citado en este
trabajo, dice de esto que Roosevelt prestó menos atención a sus consejeros del
ideario keynesiano, que le recomendaban que incrementase el gasto público.
Consideraciones
Como se
argumentaba en la introducción, desde este periodo, muchos autores y
pensadores, bajo distintas escuelas ideológicas han tratado de estudiar lo que
implicó el New Deal. Hay quienes lo consideran incluso como una acción muy
progresista, otros que estuvo influenciado por las medidas socialistas en Rusia
en ese momento, y hay que recordar que Rusia por su política endógena, no se
vería afectado por esta gran crisis. Lo que si concluyen muchos autores que son
citados en este trabajo, es que no es hasta el marco de una economía de guerra
(Segunda Guerra Mundial) cuando, en 1941, los Estados Unidos tendrían niveles
muy próximos al pleno empleo, es decir, que la guerra volvió a reactivar toda
la industria estadounidense. De ahí el debate de si fueron exclusivamente las
políticas de Roosevelt lo que posteriormente dio un auge a la economía, o si en
efecto salvó a la nación de una crisis aun mayor o mas intensa. Como parte de
este legado se cita a Rhea Dulles (citado por Arroyo), donde propone que la
relevancia del programa social del New Deal no se basa solo en los derechos que
les fueron reconocidos a los trabajadores, sino en el “reconocimiento de que el
asunto de las condiciones de trabajo ya no era preocupación sólo entre
trabajador y patrono sino de toda la sociedad en su conjunto”.[12]
Lo que sí es relevante remarcar, es
que en todo caso Roosevelt, más allá del debate, si fue un gran estatista que
supo poder hacer a través del Estado una intervención de impacto real en la
nación, y por tanto en el mundo. No fue una revolución, sino una reformulación
o reforma del sistema capitalista y de la teoría clásica del liberalismo
económico, pero ello no resta que allá sucumbido a un socialismo feroz, al
contrario, debió mostrarse como alguien más perspicaz, pues tambien tuvo que
haberse enfrentado con la oposición de los sectores más conservadores de la
sociedad, las grandes élites económicas y de financieros.
Bibliografía:
·
Arrollo Vázquez, María Luz.
"Industria y trabajo en el New Deal de Franklin D. Roosevelt a través de
la prensa española, 1932-1936." Tesis Doctoral, Facultad de Filología de
Universidad Complutense de Madrid, 2002.
·
Bosch, Alfredo. Historia de Estados
Unidos. Barcelona: Crítica, 2005.
·
Brinkley, Alan. "El nuevo
trato". En Historia de Estados Unidos Un país en formación, 785–815.
México: McGRAW-HILL interamericana editores SA de CV, 2003.
·
———. "La Gran Depresión". En
Historia de Estados Unidos Un país en formación, 753–83. México: McGRAW-HILL
interamericana editores SA de CV, 2003.
·
Buenos, Gustavo. La vuelta a la caverna.
Terrorismo, guerra y globalización. Barcelona: Ediciones B, 2005.
·
Cortés Conde, Roberto. The Political
Economy of Argentina in the Twentieth Century. New York: Cambridge University
Press, 2009.
·
"Depresión económica: qué es -
Diccionario de Economía". elEconomista.es - Líder en noticias de economía,
bolsa, mercados y finanzas. Consultado el 19 de junio de 2024. https://www.eleconomista.es/diccionario-de-economia/depresion-economica.
·
Hobsbawm, Eric. "La era de las
catástrofes". En Historia del Siglo XX, 112–13. Barcelona: Crítica, 2004.
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Jones, Maldwyn. Historia de los Estados
Unidos. 1607-1992. Madrid: Cátedra, 1995.
·
Viola, Liliana. Los discursos del poder.
Buenos Aires: Norma, 2001. http://carpetashistoria.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-2/fuentes/la-gran-depresion-y-la-crisis-del-liberalismo/copy_of_fuente-5.
[1] (Depresión económica: qué es - Diccionario de Economía, s.f.)
[2] Todo ello tomado como síntesis en Brinkley, "La
Gran Depresión", pp.753-783
[3] Este concepto lo
explica Gustavo Bueno. Buenos, La vuelta a la caverna. Terrorismo,
guerra y globalización, p.304
[4] Cortés Conde, The
Political Economy of Argentina in the Twentieth Century, p. 126.
[5] Fue el trigésimo primer presidente de los Estados
Unidos de 1929 a 1933.
[6] Todo
ello tomado como síntesis de Brinkley, "El nuevo trato", pp. 785-815.
[7] Jones, Historia
de los Estados Unidos. 1607-1992, p.419
[8] Hobsbawm,
"La era de las catástrofes", pp.112-113.
[9] Viola,
Los discursos del poder.
[10] Bosch,
Historia de Estados Unidos, p.421
[11] Arrollo
Vázquez, "Industria y trabajo en el New Deal de Franklin D. Roosevelt a
través de la prensa española, 1932-1936.", P.332-334
[12] Ibíd.
p.221
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